Creo que este autor ya no necesita presentaciones por mi parte en mi
blog; Bulgákov es, como muchos sabéis, un escritor que me fascinó
de principio a fin cuando leí El Maestro y Margarita, la
novela más nombrada de su producción y la última que escribió.
Son pocas las veces que retorno a un escritor que me ha gustado tanto
en tan poco tiempo, pero es que Mijaíl Bulgákov es de esos autores
que provocan que el lector acuda a sus historias casi por la necesidad
de disfrutar de ese humor altamente sofisticado tan suyo. Ya sea por la
absurdidad bien plasmada de alguna escena, o bien, por el punto macabro de los
pensamientos de sus personajes estas son del tipo de historias que nos llegan
al alma. Y está claro que esta vez con Corazón de Perro no ha sido menos.
Aunque la novela fue prohibida por el gobierno de la URSS existen otros caminos menos éticos, pequeños subterfugios,
a los que diversos escritores soviéticos acudieron para ver
publicadas sus novelas: la maravillosa revista Samizdat. La
publicación de Corazón de perro por un medio ordinario no
dataría hasta 1987, prácticamente a las puertas de la disolución
de la URSS.
Pero bien, ¿qué es aquello que llevó al gobierno soviético a
censurar esta magnifica obra? ¡Si tan sólo relata como un perro se
convierte en hombre! Las líneas generales puede que sean esas, pero es indudable que la obra esconde una critica muy negativa
a diversos aspectos de la vida cotidiana que expandió el gobierno
soviético. Y digo esconde, pero sería más correcto decir que expone sin pelos en la lengua.
Como suele pasarme con casi todos los textos rusos, en innumerables
ocasiones mientras estaba leyendo me preguntaba si lo que estaba
leyendo estaba bien, o más bien, tenía plena consciencia de que los fragmentos que leía había sido previamente censurados. En esos momentos de pasados una sensación morbosa me acometía y deseaba leer más cosas
prohibidas del autor.
La historia da comienzo con las andaduras de el perro callejero y
malherido Shárik, que desfoga su hambruna con las personalidades
cocineras proletarias en la oscuridad de una noche con tintes
tragicómicos. Tras el reclamo de un buen chorizo, y sin que a
penas pueda asimilar aquella pieza caida del cielo, es llevado a la calidez del hogar de un hombre
al que apoda Profesor y que comprueba que se halla muy
lejos del ideal de «hommo
sovieticus».
Sin embargo, el efímero momento de abundancia desaparece cuando
emplean a Shárik como conejillo de indias implantándole la
hipófisis y las glándulas sexuales de un delincuente proletario,
transformándole gradualmente en un... hombre
soviético.
No ha sido muy difícil determinar qué ha sido lo que más me ha
gustado de Corazón
de perro, ya que el tono de la historia ha sido totalmente acertado en mi humilde
opinión. Creo que Bulgákov puede hablar de todas las miserias del
alma en un tono casi amigable, satírico en resumidas cuentas, pero
no por ello exento del poder que sus palabras hacen mella en todos
nosotros.
“¿Creéis que juzgo por un abrigo? Tonterías. Ahora también llevan abrigo muchos proletarios. Aunque, ni que decir tiene, con cuellos que no son como el de éste. Y uno puede confundirse desde lejos. Pero a nadie puede confundir, ni de cerca ni de lejos, la expresión de los ojos. Y es que los ojos son algo fundamental. Como un barómetro. En ellos se ve todo: al que tiene el alma seca, al que puede meterte sin motivo alguno la puntera de la bota en las costillas y al que teme a todo el mundo” Págs. 15-16. [Para muestra un botón].
Otro
aspecto de la novela que he disfrutado mucho es la sátira. Este
hombre nació para hacer sátira porque de verdad que no he
encontrado a ningún autor que me haga reír con este género tanto
como él. Y es que además siempre nos quedamos con la superficie de
la crítica, lo cual me parece un craso error. Bulgákov no solo
criticaba al extendido ideal de «hommo
sovieticus»,
sino también a las acomodadas personalidades que había creado el
régimen zarista en el ocaso. Esto último queda patente con el
personaje del médico cirujano, Filip
Filipovich Preobrazhenski, el que hasta entonces conocíamos apodado
como Profesor. Dada su posición tan excepcional es predecible que no
va a ser harina de buen costal, y poco después queda planteado que
Filip Filipovich es un ser bastante hipócrita cuando en un problema
con la distribución de habitaciones del bloque de pisos donde reside
se pone rápidamente en contacto con una institución del mismo
gobierno que desprecia a la mínima ocasión que encuentra. Me parece
sin lugar a dudas una sutil critica a la reducida burguesía que
había quedado con cabeza por conveniencias políticas de la URSS.
Filip Filipovich, como buen burgués que se precie, va a hacer uso de
sus privilegios por muy rastreros que dichos sean. El nivel de
amoralidad del personaje llega a un punto culminante cuando utiliza a
Shárik como espécimen para uno de sus experimentos, entonces entra
en juego el concepto de científico loco sacado mismamente de
Fankenstein. Y, como se trata de Bulgákov y no un imitador, está
claro que le va a dar la vuelta a cualquier cliché.
Realmente
no se nos plantea nunca en la figura de Filip Filipovich la de un hombre
que roza la enajenación o una deforme brillantez. Más bien parece
un hombre prosaico, con cierta inteligencia y de modales refinados,
sí, pero de una mala uva impresionante.
Por
otra parte está Shárik, el perro más interesante que he leído en
la literatura hasta ahora. No quiero adentrarme en la psique
del personaje con profundidad, pero sí que quiero hablar de como
Bulgákov juega a varios bandos con él. Al principio se nos presenta
un perro anticomunista, tras la operación este conjunto de juicios
parece revertirse con cierta rapidez hasta tal punto de quedar como
una desagradable deformación de ese ideal de «hommo
sovieticus»,
que en un principio quedaba planteado como un hecho científicamente
interesante mediante el diario del protegido del profesor, el doctor
Bormenthal. ¡Empieza la sátira!; vemos que en Shárik comienzan a
producirse una amalgama de opiniones y acciones que se mueven entre
las bajas pasiones del alma y las idealizadas durante el período
soviético.
La amoralidad y la moralidad juegan un papel muy importante en la historia, las continuas contradicciones que provocan estas en Shárik son las que mejor nos hacen ser conscientes de que erte es, seguramente, el tema principal de la historia. Un conflicto de completa actualidad tanto en los años veinte como ahora.
La amoralidad y la moralidad juegan un papel muy importante en la historia, las continuas contradicciones que provocan estas en Shárik son las que mejor nos hacen ser conscientes de que erte es, seguramente, el tema principal de la historia. Un conflicto de completa actualidad tanto en los años veinte como ahora.
“Shárikov sólo manifiesta restos de lo perruno; y tenga en cuenta que lo de los gatos es lo mejor de todo cuanto está haciendo. Comprenda que ya no tiene corazón de perro sino, precisamente, de hombre. ¡Que es el más repugnante de todos cuantos existen en la naturaleza!” Pág. 175 [Ciertamente, así es].
Por
mi parte poco más que añadir. Corazón
de Perro
es una novela de dimensiones reducidas, a penas llega a las
doscientas páginas, pero es de esas novelas que se
disfrutan una bucólica tarde de otoño, repentinamente lluviosa,
con un té y unas cuantas galletas al lado. Hace reír y sonreír, pero
también consigue que nos adentremos un poco más en los temas de
Bulgákov y en sus inclinaciones literarias que constituyen, para mí, un universo propio. Espero leer
pronto otro texto del señor Jaí.
Cuánto aprendo con tus reseñas, Omaira!!! Tienes un estilo que atrapa!
ResponderEliminarBulgákov ya sabes que lo tengo pendiente desde hace bastante, El Maestro y Margarita lo tengo ahí haciéndome ojitos jeje sé que tienes la vídeo-reseña que no he visto porque no quiero tener una idea previa a la lectura ..pero estoy deseando leerlo para comentarlo contigo!!! xDDDD
Este por supuesto me lo apunto porque presiento que Bulgákov, al igual que está haciendo Dosto, me va a dejar huella :)
Besotes enormes bonica!!
Querida, pese a que el libro no es para nada de mi estilo ni para mi, leerte es siempre un placer para mi cerebro.
ResponderEliminarPD: Ayer he empezado La corte de los espejos jejejeje
Un besazo^^