miércoles, 24 de agosto de 2016

Star Trek vuelve a rozar las estrellas

La tarde del día diecinueve con una temperatura media de veintiocho grados a la sombra, cuya sensación térmica excedía perfectamente los treinta y cinco, iba yo con mi traje de la división científica puesto; 100% algodón y manga larga, y con unas botas negras de piel auténtica que prácticamente se fabricaron cuando la serie original estaba todavía en emisión, por un abarrotado centro comercial de guiris y valencianos que intentaban sobrellevar un día más de este infernal verano, que viene siendo lo normal cada año. Poco me importaban las miradas analíticas dirigidas por todo tipo de criaturas humanas que no merecen ni una línea, yo iba más chula que ocho con mi metro setenta y ocho luciendo el uniforme que representaba todo el cariño hacia esa historia y/o universo de ciencia ficción que más me ha marcado en la vida, Star Trek

"¿Sabe? Es fácil perderse en la inmensidad del espacio"
     Porque sí, vamos a dejarlo claro desde un principio, yo no nací sabiendo lo que representaba Star Trek para el mundo. Tampoco crecí viendo en bucle la serie original y teniendo como una figura casi paterna a Spock. Yo tan sólo fui una niña que una tarde de 2014 decidió ver Star Trek: Into Darkness porque se aburría, y sucedió que dicha película apareció en un momento de mi vida en el que me vino como anillo al dedo. Amo Star Trek: Into Darnkess por muy dudosa que sea su calidad, y no me importa admitir que la adoro, pese a quien le pese. No he sido trekkie toda mi vida, ni mis progenitores, y tampoco espero igualarme a los entendidos en España de esta saga para sacar algo más de Star Trek que el arrobo de una familia sin lazos de sangre y puro entretenimiento. Las enseñanzas que me ha brindado Star Trek: La serie original y las películas de la primera y original tripulación, y la nueva, las tengo demasiado interiorizadas. Sus mensajes puede que sean banales para el resto, puede que incluso los hayáis visto millones de veces en otras tantas películas, palomiteras o no, pero yo hallé ese gran y profundo mensaje de la familia por primera vez en Star Trek y esa humilde certeza, una fuerza a la par que inconmensurable, nadie me la puede quitar.
¿Quiere decir eso que no tenía miedo al pensar en esta tercera entrega? ¿Era capaz de tragarme cualquier cosa y aplaudir? Cuando yo aprecio una cosa o una persona no llego hasta el punto de cegar mis instintos. Puede que no diga lo que pienso, pero en todo momento prevalece una doble yo con inclinaciones más bien objetivas que me dice lo que está bien o mal en base a los conocimientos de mi psique, y otro yo, el más sentimental y subjetivo, que me dice guarde o exponga esos juicios según circunstancias. En esta circunstancia me parece apropiado hablar de los buenos y los malos aspectos de Star Trek: Más allá, así que vamos a ello. Por supuesto mi opinión está libre de destripamientos crueles de la trama.
Para empezar, sí, tenía mucho miedo. Todo criatura no purista de este universo contenía el aliento, temía qué iba a ofrecer Justin Lin (Fast and Furious, True Detective T2) con semejante currículum vitae. J. J. Abrams dejaba el mando para permanecer en la retaguardia enmarañado con otros proyectos y Justin Lin asumía el gobierno del puente. Es casi metafórico, o una sutil señal de las estrellas, que en Star Trek: Into Darkness fuera Kirk (Chris Pine)  le dijera a Sulu (John Cho) que asumiese el mando del Enterprise, y que este último parecía en un primer momento sin actitudes para el mando, pero finalmente demostró un trabajo impecable como capitán provisional de la nave. Al margen de la excelente camarilla con la que ha contado el director tras él—Simon Pegg, Roberto Orci y el propio Abrams—, creo que es mi deber pedirle disculpas a Lin por no haber confiado en él desde el principio. En diversos aspectos es una película superior a las dos anteriores, hay carencias en la historia, claro, no obstante en otros aspectos me parece inmensamente superior. Ya sé que salvo contadas excepciones en el cine actual el director ya no corta el pan, pero sigue siendo el que reparte las rebanadas, no sé si me explico. Sin un buen director, no hay buena película. Es así.
En Más allá descubrimos de la mano del capitán James T. Kirk, con la voz en off del diario personal de abordo y secuencias que corroboran las palabras de Kirk, la parte más dura de un viaje por el espacio profundo cruzando por lugares jamás hollados y donde los días en el puente no se suceden con la naturalidad biológica que podría tener en una base, o ya puestos, Tierra o Nuevo Vulcano; la monotonía amenaza con engullir a Kirk en una fecha próxima a su cumpleaños, en concreto, tres días antes del evento. Después de un gag bastante cómico, esta descripción seria de cómo es el día a día en el Enterprise me resultó como un viaje al pasado, me ayudó a serenar y centrar mis instintos. En la serie también se aborda de pasada los daños psicológicos que produce estar metido en una nave estelar tanto tiempo, y aquí también se hace de manera breve y para nada superficial. Además en las secuencias aparecen varios momentos cómicos que me arrancaron una sonrisa; en ese aspecto han cogido lo mejor de la serie, los momentos que, sin pretenderlo, te hayas sonriendo como una auténtica bellaca.
Llegan tras de un duro período en el espacio a la base de Yorktown, una inmensa ciudad artificial. Allí la tripulación se reencuentra con sus seres queridos, y, tras un breve período de inactividad y sosiego, una nave desconocida llega a Yorktown, cuya superviviente asegura que su gente ha quedado anclada más allá de una nebulosa ignota y no pueden volver debido a la cantidad escombros que imposibilitan a la nave dañada avanzar. ¿El problema de este rescate? La Enterprise es la única nave estelar que puede llevar a cabo dicha acción, con un único inconveniente: las comunicaciones con Yorktown quedarán restringidas por la cantidad de material que flota entre el punto de rescate y la ciudad. Y así, raudos y veloces, nuestros compañeros del Enterprise se lanzan al rescate sin prever que la sorpresa reservada más allá de la nebulosa. Krall les espera impacientes.
 A nivel de interpretación no puedo estar más contenta; un sobresaliente en  toda regla. Conforme avanza la saga se ve a todos los actores más sueltos en sus papeles. Chris Pine como Kirk no guarda diferencia alguna con el personaje interpretado por Shatner; lo mismo puedo decir de Karl Urban con el Doctor McCoy; se nota que ha hecho los deberes. De Zoe Saldana como Uhura también estoy muy contenta, además es un personaje que han sacado de gran parte los roles de género que tenía asignados de una vez por todas ya. John Cho como Sulu se ha marcado otro tanto, y al recientemente fallecido Anton Yelchin como Pavel Chekov me ha encantando. En numerosas ocasiones me ha recordado al Pavel joven e inocentón de la serie. Scotty, encarnado por Simon Pegg, impecable y el más comprometido en la historia con diferencia. ¿Y quién me falta de la camarilla? ¿Quién? ¿Zachary qué? Esperad. En serio, necesito eso. Un breve momento sentimental con mi Señor sin Sentimientos, Spock. Son demasiados los momentos vividos con este hombre, tantas horas en bucle viendo sus movimientos, los cambios de humor y expresiones en la cámara como para que yo en el cine pudiera contener tanto en tan poco espacio, en este envase humano tan insignificante. Leonard Nimoy estaba orgulloso de Zachary Quinto porque es un gran intérprete de Spock, y no es para menos. Contentísima con él, como siempre. Y me remito a lo dicho anteriormente, he notado mayor desarrollo de los personajes en esta cinta a nivel general. Las relaciones entre ellos no parecen ya ni tan artificiales ni forzadas, tal vez se deba a que todos los actores han forjado una amistad más allá de la cámara pero, y no me lo neguéis, hubo un momento #spirk que mi fangirl desatada tuvo que taparse la boca para no gritar. Otra persona que espero ver en siguientes entregas es el interpretado por Sofia Boutella, Jaylah, personaje feminista donde los haya. Este no es un personaje concebido como un hombre que en última instancia se cambió el género, sino que fue una mujer desde sus inicios y se nota. Debilidades más naturales y lógicas, desde luego, sorprendente en una cinta así.
En cuanto a la estructura de la película se lleva otro sobresaliente. No voy a dar muchos datos, digamos que los guionistas han situado a diversos personajes en diferentes conflictos que los llevan todos a confluir al principal, todo aderezado con pequeños conflictos internos muy interesantes y que aportan algo a la historia, que es lo complicado de meter en mi humilde opinión. La elección de los personajes que compartían destino con otros me ha parecido acertadísima, ¡hay una cabeza pensante detrás del guión, eh!
En vez de "buenas noches" yo le digo esto al Señor de los Gatos cuando me acuesto. Real.
El ritmo de la historia es vertiginoso y no te saca en ningún momento de la película, incluso me atrevería a decir que te implica por los conflictos emocionales que se dan. Tiene acción a raudales que no aburre, porque sí, a mí la acción me suele aburrir. Yahoo respuestas: ¿por qué me aburre la acción? ¿Tengo alguna tara? Es totalmente real que yo estaba todo el rato diciendo: “Dios mío” “Esto no puede ser”; y pensando: “Como muera tal, cojo y me tiro yo también”. Deberían haberme grabado viendo Star Trek: Más allá y poner esa grabación en los extras de la peli. El humor en general hace gracia, tal vez si entiendes las referencias más. De todas formas se puede disfrutar sin todo un bagaje.
Por otra parte, hablemos de antagonista. Si tuviera que decir algo malo de la película sería esto. Está muy bien introducido todo el problema y la personalidad, de verdad, yo me olía algo de lejos cuando el conflicto se desarrollo un poco más. Lo que no me gustó fue lo que usa el antagonista—porque no me parece un villano—para sembrar el pánico. Demasiado simple, tirando a lo de toda la vida, cuando podría haberse sacado algo interesante sin un cachivache de por medio. Realmente podría haberse metido mucha carga filosófica con el pasado del antagonista, hablando de lo moral o no que resulta lo que sucedió, tal y como intentaron con Khan fallidamente. En este caso se exploran algunos puntos del pasado de nuestro hombre, Krall (Idris Elba), pero me hubiera gustado un enfoque más profundo, y de paso callar muchas bocas.
En la próxima entrega instauraremos un matriarcado en el Enterprise Uhura, Jaylah y yo. Un matriarcado decimonónico. Mientras tanto fingiremos que nos importáis. 
Otro tema del que quería hablar son los intereses amorosos. No sé qué criatura de la dirección dio la orden para cargárselos todos, de verdad, no sé quién eres pero, en serio, te aprecio demasiado. Gracias por acabar con la relación romántica entre Uhura y Spock, porque no iba a ninguna parte, y dejarla como una simple amistad, que es lo que ha sido y será siempre para todos los fans. También se agradece que Jaylah no represente el interés amoroso de ningún personaje masculino ni femenino y me encanta la relación que mantiene con Scotty. Esa patada de Uhura en cierta escena confirma que ya no tendremos un personaje femenino que servirá como reclamo amoroso en las próximas entregas. 
Por último, y no menos importante, las referencias y el homenaje al legado de Star Trek. ¿Qué puedo decir? Que esto me llegó demasiado a mis dos corazones. Sé que es un reclamo apelando a los sentimientos para hechizar al espectador viejuno con las referencias a esa serie de los sesenta o las películas, pero están tan bien metidas las referencias que perdono el efecto que quieren darme. Y, luego, el homenaje a Leonard Nimoy fue precioso; cercano y sensible. Eso es lo que pasa cuando has aportado tanto a un universo, luego no queremos dejarle marchar. La escena que homenajea los cincuenta años del universo Star Trek, esa en la que encontramos a Spock (Zachary Quinto) mirando ese objeto que hay en una especie de cajita, sí, lo sé…¡Cómo es posible no llorar viendo eso si te ha aportado tantas cosas Star Trek como a mí!
Yo tras ver los homenajes que hacen en Star Trek: Más allá.
Concluyendo, Star Trek: Más allá es una película que funciona bien por sí sola y no necesita la estela de las dos anteriores entregas para trazar su propio camino. Un buen ritmo, excelentes interpretaciones, referencias a la serie y las películas  bien introducidas y un excelente homenaje a Nimoy. De la historia sólo puedo decir que cuanto menos entretiene, y como todo el universo Star Trek, es una película sin pretensiones de más. Y no, no la considero palomitera. Star Trek siempre ha estado lejos de ese tipo de cine, digan lo que digan. Sigue vigente el mensaje de la familia va más allá un constructo social, la familia es aquella que sin unirte nada más que la fraternidad consigue trazar un lazo más indisoluble que la sangre.
Pd: Me ponen un tráiler de Star Wars Rogue One antes de la película y yo partiéndome el pecho. A veces me tomo esto, de forma totalmente humorística claro, como una especie de guerra fría. 


Karl Urban as Bones, in Star Trek Beyond.
¿Qué Star Wars es mejor que Star Trek? Me parece que tú te has metido en el barrio equivocado.

4 comentarios:

  1. Está nueva saga me tiene maravillada. Esperaba que está tercera entrega fuera algo más floja que las anteriores, pero ha logrado mantener el tipo y sorprenderme con algunos guiños maravillosos a la serie original y como han ido evolucionando los personajes. La única pega que le pongo, es que salí algo mareada del cine con tanta vuelta XD, pero la escena de la vuelta a Yorktown, con esa canción que te transporta a la primera película, me dejó alucinada.
    Un besote
    Lena

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    1. Esperaba semejante truñaco romántico entre Jaylah y Kirk que no haber visto esa unión casi me hace pensar que el mundo esta cambiando, que la sociedad ya no se mueve por la sensibleria y el romántiqueo. ¡Quiero creerlo! Es verdad, pero al menos no sales ciega como con J. J. Abrams con esas luce' que son marca de la casa. ¡A mi también! Ay, no me lo recuerdes que quiero verla otra vez y queda mucho para que la saquen en blu-ray/dvd.

      Un besote muy grande, bonica.

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  2. Si es que da gusto leerte!!!A pesar de haber visto la serie cuando era peque, Star Trek no es una historia por las que desarrollé el modo fangirl, (aunque sí soy muy fan de Nimoy y todas las referencias que, sobre esta saga, hacen en otras series, al final he crecido con ella y se nota jejej).
    Las nuevas películas no las he visto, pero es que, leyéndote, es imposible no salir corriendo a ver la película y perderse en este mundo Treki *hace el gesto con la mano* por un rato.
    Me ha encantado tu momento "si me hubieran grabado a mí viendo la peli" xDDDD .... En serio, y lo del traje, MOLAAAAA MUCHOOOO!!!
    Por el momento has conseguido quitarme la reticencia y que tenga curiosidad por las nuevas películas, creo que alguna cae esta semana :D
    Besoteeee!!!!! *la achucha*

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    1. Las dos primeras son disfrutables, son de estas películas que se dejan ver. Tal vez, sí, sean un poco palomiteras pero tienen sus momentos profundos de verdad y a mi me hicieron replantearme muchas creencias y opiniones estúpidas. Star Trek ha sido una influencia muy positiva, y solo por eso ya merece la pena querer a sus personajes tanto. Ay, dos años pensando en ello ¡dos años imaginándome con el traje puesto yendo por ese centro comercial! Fue un sueño hecho realidad *_*
      Yo te las recomiendo mucho. Como ya he dicho, son disfrutables. Quinto en la primera es muy condescendiente pero se va notado desarrollo en la cinta. Kirk no evoluciona hasta la tercera xDDDDDDD Maldito Kirk. Si es que Shatner y Pine son iguales en realidad xDD.

      Un besito muy muy fuerte *la achucha muy fuerte*

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